Salio del bar como cualquier sábado en madrugada
No sabia que ese día un giro nuevo iba a tener su mirada
Camino por la misma acera que la llevaba a su casa
Solo las estrellas eran testigos de sus andanzas.
Las cuatro de la mañana y aun no se despierta el alba
La misma esquina complice de los polvos que inhalaba
Saludo a todos los que a su paso se llevaba
Mientras el mundo en su cabeza de otra forma giraba.
Abrió la puerta testigo de sus noches de lujuria mal pagadas
Saco un cigarro para despejar los diablos del alma
Puso música y a bailar sin tristeza ni elegancia
Cuando de un tiro sin pensar una bala su vida se llevaba
Vio su vida pasear en un carrusel de luces que no cantaba
Lloviendo sonrisas que solo en sus sueños estaban
Veinte segundos duro la ilusión que el destino le jugaba
Adiós a la vida, cerro los ojos y no esperaba mas nada…
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