martes, 11 de mayo de 2021

Relato 2: Saul

 Despues de tomar el último vaso de whisky y dejar la nota sobre la mesa de su dormitorio, Saul subió a la azotea de su edificio de quince pisos ubicado en el distrito de San Miguel para terminar lo que habia empezado hace 22 años. 

Saul vivió prácticamente toda su vida huerfano junto a su hermana Elena, su papá los abandono cuando El solo tenia 3 años de edad y Su mamá ludópata dejó de hacerse cargo de ellos cuando El tenia 14 y su hermana 10. Despues de un largo suspiro y analizar la situación, decidió subir por las escaleras los doce pisos que lo separaban de la azotea para no toparse con algún vecino en el ascensor.
Mientras subía peldaño a peldaño recordó a su hermana Elena y se recriminó no tener ningún tipo de contacto desde hace 4 años, hace 5 se habian separado cuando se fue a vivir con su tio Tomas a la ciudad blanca de Arequipa para poder tener un futuro mejor, no era lo que El hubiese querido, pero sabia que era lo mejor para Ella.  

A los 14 años Saul se dio cuenta que no solo eran las largas horas de trabajo que alejaban a su mamá de la casa, sino tambien el vicio del juego en el casino donde no solo se gastaba el dinero de la comida sino tambien la vida con cada palanqueada a la maldita máquina de música estridente, mientras esperaba que le aparezca el triple siete y le solucione todo lo que Ella no puede.
Saul desde los 17 años estuvo lleno de soledad y frustración, se pasaba todo el tiempo renegando de la vida, mas aún en las fiestas de fin de año, donde todo es amor, felicidad y familia, pero para El todo era soledad y frustración.
Paró en el piso diez a encender el porro que no se habia terminado en la mañana, mientras sacaba el encendedor del bolsillo se le vino a la mente Gaby. Trabajaban juntos en el restaurant de comida rápida desde hace un año, siempre estuvo enamorado de Ella pero nunca fue capaz de decirselo, le gustaban sus ojos negros y su cabello castaño, Saul siempre repetía que con su sonrisa podia poner el mundo a sus pies, pero nunca se lo dijo, no sabe si por cobarde o porque no hubo oportunidad, pero eso ya no iba a poder ser despues de lo que ocurrió.
Acabó el troncho y sintió como le envolvian las ganas de dormir, de estar a oscuras como se pasaba la mayor parte del tiempo en su cuarto, se transporto al día en que su mamá lo llevo al tragamonedas, el humo del cigarro, el olor a licor le provocaron arcadas y se le revolvió el estomago, aparecieron como flashes las veces que su mamá llegaba de día borracha y apestando a cigarrillo presa de un vicio que no podia romper y como poco a poco esos momentos le fueron endureciendo el corazón y tambien el alma, la vida para Saul era dura y triste desde hace mucho.
Todo restaba en su vida, en el trabajo tenia un patán como jefe que no solo era menor que El, sino que se habia ganado ese puesto por las  recomendaciones de su Padre y no por mérito propio, era el tipo de jefe que no sabia absolutamente nada de lo que hacia, solo sabia gritar y castigar para demostrar que era El quien mandaba, aunque varias veces pensó en renunciar sabia muy bien que era dificil la situación y conseguir otro trabajo sin estudios superiores le iba a costar, por eso los días en el restaurant eran tediosos, pero por ahora no habia nada que pudiera hacer.
En el piso catorce recordó como al llegar al trabajo vio a lo lejos a Gaby saliendo del restaurant con su jefe besandose y entregandose todo tipo de caricias permitidas a plena luz del día, poco a poco Saul sintió como el corazón se le volvia a romper, la escena le parecio nauseabunda, a solo diez metros de Gaby no podia creer como Ella se besaba con El y sentía que de alguna forma lo engañaba, se percató en ese momento que no existía para nadie, salió corriendo rumbo a la primera licoreria que encontró, compró un whisky barato y una cajetilla de cigarros, la sangre le hervia de celos y odio.
Llegó a su cuarto y empezó a beber, despues del segundo vaso que se tomo casi sin respirar encendió un cigarro, arrancó una hoja de un cuaderno viejo y escribio con ira: " a este mundo solo vine a sufrir, me voy aunque ustedes seguramente no sepan quien soy". tomó otros tres vasos de whisky sin pausas y salió de la habitación.
Sin darse cuenta y perdido en sus pensamientos lleno de frustración llegó al piso quince con un pucho en la mano, se paró al borde del abismo de cemento, la negrura de la noche lo envolvia en secreto, dio una última pitada, le pidió a la virgen que cuide de su hermana, exhalo el humo y se lanzó... mientras caía se vió jugando con su Madre bajo la lluvia dandole un beso en la mejilla, recordó su olor a jazmin y su mirada alegre, seguramente era el único recuerdo bonito que guardaba en su corazón, nunca mas pensó en su Papá, le regalo una última sonrisa a la nada y de golpe todo se acabo.