domingo, 25 de julio de 2021

Allá donde...

 Allá donde los días perdieron sentido
en la montaña rusa de la sin razón
mientras corto cables bajo la ley del martillo
a la vida le va faltando sazón.

Allá donde el sueño se vuelve motivo
con esperanza y mucho sudor
vas engañando al olvido
rezando de noche para no perder el control

Allá donde cada hora es un castigo
bajo el eterno sol de primavera
en medio de una casa vacía y sin brillo
voy arrastrando las cadenas

Allá donde el foráneo vive para trabajar
hora por hora, día por día
la lluvia se vuelve habitual
no existen amigos, ni alegrias

Allá donde amaneces con soledad
lejos del bullicio, envuelto en rutina
te vas aferrando a la necedad
del que llega lejos porque camina








viernes, 23 de julio de 2021

Cachito

 Encendió la televisión para distraerse, había pasado la mañana y parte de la tarde sentado mirando a traves de la ventana, habian días llenos de soledad y tristeza, pero siempre pasaba. En la televisión estaban transmitiendo su programa deportivo favorito, eran las 5:00pm, de pronto se quedó quieto e impresionado de lo que veía en la televisión, estaban pasando el gol de Maradona a Inglaterra en el mundial de Mexico 86,  según las personas que comentaban el programa, ese era el mejor gol de la historia del fútbol y para Cachito tambien lo era, la narración llena de emoción de Victor Hugo Morales le puso la piel de gallina, Cachito soñaba con que alguien alguna vez narre así sus goles, con pasión, con amor, quería ser famoso haciendo goles en las canchas de fútbol de todo el mundo, sonó la puerta del cuarto y su Papá entró a la habitación justo cuando estaban pasando la repetición del gol, se sentó al borde de la cama y con una gran sonrisa le contó la historia de Maradona y las anecdotas que vivieron en la época del mundial de Mexico 86 con su Mamá y los amigos del barrio, despues de conversar un rato, su Papá salió de la habitación, no sin antes avisarle que a la 6pm estará lista la cena y Cachito le dijo a las seis bajo a cenar con uds Papá.
Oscar el niño de 12 años al que todo el mundo llama Cachito debido al parecido físico con un jugador de fútbol Peruano de la época del 60,se la pasaba todo el día mirando fútbol, era para lo único que servía decía El, leía los periódicos, escuchaba la radio, veía los partidos de casi todas las ligas mas importantes del mundo y cada cierto tiempo su Papá lo llevaba al estadio para ver algún partido de su club favorito Universitario de deportes, aunque hace mucho tiempo ya de la última vez que fueron. Su mamá casi siempre tenía que obligarlo a  estudiar porque andaba todo el día distraído por el fútbol, no era mal alumno pero podría ser mejor si se dedicaba un poco mas al estudio y menos al futbol, su Mamá siempre le decía que si no hacía la tarea o no sacaba buenas notas en el colegio no iba a ver mas fútbol, los estudios siempre tienen que ser lo primero y lo mas importante en la vida, repetía una y otra vez.
El estadio estaba completamente lleno, faltaba solo un minuto para que acabe el juego, el  narrador describía con la voz tensa lo que iba sucediendo en el campo de juego, cuando de pronto Cachito impactó la pelota que venía de un pase lanzado desde el otro lado de la cancha y de un fuerte cabezazo la colgó en un ángulo dejando vencido al portero, Cachito anoto el gol del triunfo, todos gritaban su nombre en las tribunas, para todos era la estrella del equipo.
Cachito a sus doce años no sabía porque sus Padres a veces se preocupaban en demasia por El, le daba la impresión de que lo sobreprotegían, a veces escuchaba a sus Padres pelear y a su Madre llorando, su habitación quedaba en el primer piso y la de Ellos en el segundo, por eso se le hacía difícil escuchar las peleas, pero en general la vida en familia era bastante amena y agradable.
Su papá, Arturo bordeada los 60 años, su mamá Charito tenia 52, se conocieron de muy jóvenes y desde la primera vez que se vieron fueron el uno para el otro, siempre apoyandose, siempre tratando de sacar adelante a la familia, Arturo trabajaba en un banco hace mas de 20 años y Charito desde que nació Cachito tuvo que dejar su trabajo como profesora para dedicarse a tiempo completo a los quehaceres de la casa y de su hijo, como toda familia normal tenian sus altas y sus bajas, sus días buenos y los no tan buenos, pero siempre unidos trataban de sobreponerse a los problemas que surgian en el camino.
Su Padre un día, despues de su programa de radio favorito sobre fútbol que siempre escuchaba Cachito sin falta, se acercó y le contó como su abuelo no lo dejó ser jugador profesional, le contó que El era un buen jugador, que jugaba en la posición de delantero y que era goleador, su Mamá al escuchar la conversación se acercó y confirmó todo lo que su Papá le contaba y le dijo :"Tu abuelo quería que tu papá estudie, nunca le gusto que  juegue a la pelota", despues tu abuela falleció y se hizo todo mas difícil, pero creo que hubiese sido un gran goleador sentenció pensativo, Cachito lo miró a los ojos y le dijo:  "no te preocupes Papá, yo voy a lograrlo", se abrazaron los tres y despues se fueron a descansar, felices y agradecidos de ser una familia unida. Cachito al llegar a su cuarto y despues de despedirse de su mamá no podía creer que su Papá habia sido un gran jugador de fútbol amateur, se sentía orgulloso de su Padre, estaba tan feliz que esa noche soñó que su Papá le pasaba la pelota al borde del área en la cancha del estadio nacional, mientras un defensa del equipo contrario se barria fuerte hacia sus piernas y El salía volando, el dolor que sintió fue tremendo y tan real que no podía mover las piernas, sentía los músculos atrofiados y retorcidos, su Padre no se acercaba a ayudarlo y Cachito no comprendía que pasaba, el estadio quedó en silencio cuando de pronto la alarma lo despertó y allí a su lado como siempre estaba su Papá para tranquilizarlo, solo fue un sueño le dijo, vamos a tomar desayuno.
Cachito cada vez se veía mas delgado, muchas veces no tenia apetito y simplemente se pasaba el día bebiendo agua, su Madre lo trataba de animar, le ponía programas deportivos en la televisión pero nada le mejoraba el ánimo, nada lo hacía comer, ni las amenazas de su Mamá, ni los partidos de fútbol en la televisión.
Al darse cuenta de la situación, un día su Papá le preparó una sorpresa para  animarlo y con la excusa de que tenía que ir al doctor le pidió que lo acompañe, pero en vez de llevarlo al doctor lo llevo al estadio monumental del club Universitario de deportes del cual Cachito era hincha y en el cual se estaba realizando una exposición de productos del club y tambien podian entrar a la cancha y tomarse fotos con algunos jugadores del equipo, al llegar al estadio Cachito se emociono tanto que por ratos le faltaba el aire, estuvo paseando por la cancha, se tomo fotos con todos los jugadores que encontró a su paso y se compró una camiseta de colección del club de sus amores, club con el que siempre soñaba marcar goles y ganar campeonatos. Al llegar a casa le contó la sorpresa a su Mamá, Cachito no aguantaba la emoción de lo sucedido, contaba alegre y con lujos de detalle todo lo que paso esa tarde en el estadio monumental, su Mamá le repetía que se calme, que tome agua y sin entenderlo Cachito empezó a sentir como el corazón se le iba saliendo del pecho galopando a mil por hora y sin saber como, ni porque, de un momento a otro Cachito se quedó mudo, sin aire, volvió a sentir como los músculos se le atrofiaban pero esta vez nadie se le había tirado a los pies en carretilla, vio correr a Maradona dribliando a cuanto jugador Ingles se le ponia en el camino, se le aceleró el corazón y se le agarrotaron los huesos, escuchó el grito de gol de Victor Hugo Morales que se mezclaba con a sus gritos, cayó al suelo lleno de dolor mientras escuchaba a la hinchada de la U cantar las canciones alentando al equipo y El se quedaba sin aliento pero con un dolor insoportable en todos los músculos del cuerpo, de pronto se oyó un pitaso, el estadio enmudeció y todo de pronto se apagó, su Mamá al verlo caer corrió en busca de su auxilio, su Papá llamaba a la ambulancia mientras sacaba el equipo de reanimación que habian comprado para poderle realizar RCP, pero ya era muy tarde, nada pudieron hacer, la distrofia muscular de Duchenne no le perdonó otro ataque mas a su pobre defensa y cual árbitro severo e intransigente terminó con el partido de su vida y con el sueño de ser futbolista profesional, aunque como consuelo y último recuerdo, esa tarde pudo pisar el gras del estadio de la U, nunca podrá marcar un gol y jamas escuchará su nombre coreado por las tribunas del estadio, Cachito salió de la cancha para perderse en el túnel del infinito y mezclarse entre la gente sobre las tribunas del mas alla, guiado por la mano del Diego y coreando la mano de Dios, Cachito se despidió de este partido que la vida se lo ganó.