domingo, 14 de febrero de 2021

Atte. La vida

 Algunos no saben nada de la vida porque no la viven, otros tampoco saben del dolor porque no lo sienten. Todos vivimos en un mundo diferente, todos tenemos problemas distintos, todos tenemos nuestro propio vaso medio lleno, medio vacío, calmo o en tormenta, todos tenemos un laberinto que recorrer llamado realidad y todos tenemos un sufrimiento que padecer llamado culpa. 

Mientras no sepas el tipo de vida que quieras vivir y mientras no respetes el tipo de vida que escojan los demás, entonces el mundo girará al revés y todo parecerá que conspira en tu contra, pero nunca te olvides que tormentas pueden estar pasando las personas a tu alrededor, que alegrías puedan estar viviendo, que sufrimiento estarán ocultando en su corazón.
Si te olvidas de vivir que es lo elemental en esta vida aunque suene disparatado, Si estas parado perdiendo el tiempo sin hacer nada, si te niegas a abrazar la vida, si no quieres ser parte de esta locura, de repente uno de estos días todo acabará y seguramente será lo mejor para tí, pero no te olvides que tu vida afectó a otras vidas de alguna u otra manera y partirás como un egoísta insensible con la deuda pendiente de no haber disfrutado de este viaje y eso no es bueno para nadie, así que vive la vida, enamorate, derrapa y levantate, respeta y por lo que más quieras sigue adelante, que el capítulo que viene es el más importante.
Atte. La vida

1 comentario:

Astrid Urquizo dijo...

Acá nos muestra la reflexión que deberíamos tener, ya que en muchas ocasiones nos olvidamos que es vivir y pensamos que sólo lo malo nos pasa a nosotros sin darnos cuenta que cada uno enfrenta la vida de distinta manera con enseñanzas nuevas cada día sin saber lo que esperará un mañana. Así que cada paso que se da debemos hacerlo como si fuera el último para cuando llegamos al final digamos "Hice todo lo que quise, caí, me levante, prosperé y obtuve esa tranquilidad tan anhelada.
Todos estos textos inspiran y te muestran lo que todos pasamos por una vez haciendo recordar lo valioso que es todo y hay que sentirse dichosos por experimentarlo.